La Biblia, Policarpo, Herbert W. Armstrong, y Roderick C. Meredith sobre el gobierno de la Iglesia

Por Cogwriter

Un asunto que ha surgido mucho en estos días en los círculos de la Iglesia de Dios es el del gobierno de la iglesia. Aquellos que tienen una formación anterior a 1985 en la antigua Iglesia de Dios Universal (WCG) se dan cuenta de que en los últimos años de su vida, Herbert W. Armstrong a menudo enseñó acerca de la importancia del gobierno apropiado de la iglesia.

Sin embargo, desde su muerte, la mayor parte de la antigua Iglesia de Dios Universal ha cambiado su opinión sobre el gobierno o parece no estar interesada en seguir el tipo de gobierno que Herbert W. Armstrong enseñó que la porción de Filadelfia de la Iglesia de Dios necesitaba tener (para un ejemplo, por favor vea CEM de Ron Dart sobre el gobierno).

Este artículo incluirá también citas de los primeros líderes de la Iglesia, tales como Policarpo de Esmirna, quien también abogada por un gobierno jerárquico–lo que en este tiempo, parece ser practicado de la mejor manera por la Continuación de la Iglesia de Dios.

Puesto que Dios es amor (1 Juan 4: 8, 10), Su gobierno está basado en el amor. Pero muchos no parecen entender eso.

Lo que Herbert Armstrong enseñó acerca del gobierno de la iglesia

Si bien en sus primeros escritos él estaba confundido sobre el tema del gobierno apropiado de la iglesia, con el tiempo, él creyó que el gobierno apropiado de la iglesia era una de las 18 verdades que Dios restauró a la porción de Filadelfia de la Iglesia de Dios a través de él.

Aquí está algo de lo que Herbert W. Armstrong enseñó:

El gobierno de Dios ha sido restaurado a la Iglesia, y el gobierno de Dios ha sido colocado en la Iglesia. Usted lee eso en Efesios 4 y en I Corintios 12. Cristo es la cabeza de la Iglesia y bajo Cristo en la administración del gobierno está un apóstol o apóstoles, luego evangelistas, luego pastores, luego los que son llamados ancianos, todos los ministros hasta abajo hasta llegar al nivel más bajo. Así que luego hay maestros y ancianos tanto ancianos que hablan como ancianos que predican, diáconos y diaconisas. La Iglesia de Sardis incluso no tenía la correcta forma de gobierno (Sermón. Misión de la Era de Filadelfia de la Iglesia por Herbert W. Armstrong dado en diciembre 17, 1983).

El gobierno de Dios es por necesidad un gobierno desde arriba. No puede ser un “gobierno por consenso de los gobernados”…

La Iglesia Presbiteriana está organizada con los presbíteros o ministros en control. La Iglesia Congregacional delega la principal autoridad a la congregación –“gobierno por el consenso de los gobernados”. Y así sigue. Las iglesias de este mundo de Satanás están organizadas de acuerdo a los acostumbrados patrones humanos. Pero la Biblia da direcciones explícitas respecto al gobierno de la Iglesia. Jesucristo es la Cabeza de la Iglesia. La forma de gobierno de Dios es, sin embargo, jerárquica. Dios el Padre es la cabeza sobre Cristo –el único Legislador y suprema autoridad…

Para administrar estas muchas operaciones, Dios –no el voto de los miembros– ha puesto a algunos en la iglesia, primero apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros.” Ahora bien, como se afirmó en mayor detalle en Efesios 4: 11(RSV): “y sus dones fueron que algunos fueran apóstoles, algunos profetas, algunos evangelistas, algunos pastores y maestros.”

Un apóstol es un “enviado” con el mensaje del evangelio de Cristo, incluyendo la supervisión de la proclamación de ese mensaje al mundo por los medios y por otras personas distintas de él. También a un apóstol le fue dada supervisión general sobre todas las congregaciones locales o iglesias (I Cor. 16: 1). El apóstol Pablo tenía la supervisión de las iglesias del mundo gentil (II Cor. 11: 28).

Los profetas toman parte en la fundación de la Iglesia…

Los evangelistas eran ministros conductores, proclamando el evangelio a público, incluso levantando iglesias locales, y teniendo la supervisión sobre algunas iglesias bajo el apóstol. Por lo tanto un evangelista puede tener funciones ejecutivas bajo el apóstol en la sede principal de la iglesia u obra hoy. Un evangelista no está necesariamente estacionario. Los pastores son pastores estacionarios sobre una iglesia local o un grupo contingente de iglesias locales…

El Israel del Antiguo Testamento, la Iglesia del Antiguo Testamento, era también una nación en el mundo –si bien no DEL mundo como Dios lo organizó. Su GOBIERNO era JERÁRQUICO. Era un gobierno teocrático–gobierno desde la cabeza–todo lo opuesto a la “democracia”.

La IGLESIA está organizada bajo gobierno teocrático, en forma jerárquica. Los miembros no eligen oficiales en la Iglesia. Dios escoge INCLUSIVE A LOS MIEMBROS INFERIORES en la Iglesia (I Cor. 12: 18).

Jesús explícitamente dijo, “Ningún HOMBRE PUEDE venir a mí, excepto aquel que El Padre me envíe” (Juan 6: 44). El mundo, excepto por los especialmente llamados, está CORTADO de Dios!

Hemos cubierto la verdad que DIOS envía oficiales a servir en el nivel humano bajo Cristo, en la Iglesia. Los miembros no los eligen. No obstante en las iglesias de este mundo algunos creen en el gobierno por toda la congregación –“democracia” y se llaman a sí mismos “Congregacionales”. Otros se han organizado a sí mismos dentro en un gobierno por ministros o presbíteros y se llaman a sí mismos “Presbiterianos”. (El Misterio de los Siglos, Dodd & Mead, 1985, pp. 49, 242, 244, 246-247).

El “solitario” –el “cristiano individual”, que quiere alcanzar la cima del reino de otra forma distinta de la de CRISTO y A SU manera a través de Su IGLESIA –no está siendo entrenado EN LA MANERA DE CRISTO, para gobernar y reinar con Cristo en su reino!

“Cristianos individuales”–Ex-miembros

Ahora qué hay sobre los “cristianos individuales” o “privados”, que dicen, “no quiero ser parte de la Iglesia –quiero buscar mi salvación directamente y sólo con Cristo”…

La Iglesia está ORGANIZADA sobre el patrón de DIOS de mutuo trabajo de equipo y cooperación para funcionar perfectamente juntos. Ellos se convertirán en la FAMILIA DE DIOS que existirá al tiempo de la Segunda Venida de Cristo. Recuerde que Dios ES esa FAMILIA divina! (El Misterio de los Siglos, pp. 270-271).

“Al fundar la Iglesia de Dios, Jesús trabajó primariamente a través de un hombre, Pedro, incluso si Él originariamente escogió a Sus 12 discípulos. Pocos han notado que Pedro era el líder real. Hechos 15: Este es el capítulo crucial, no entendido generalmente… La conferencia de Jerusalén mostró que PEDRO era preeminente incluso sobre Pablo, si bien Pablo fue el ÚNICO HOMBRE con quien Dios trabajó primariamente en el ministerio de los gentiles… Este capítulo crucial ha sido malentendido, retorcido y distorsionado. He tratado de extenderme para HACERLO CLARO en este artículo” (Armstrong, Herbert W. Originalmente publicado en un artículo de Worldwide News, 2/19/78 y citado en las Noticias de la Iglesia Viviente. Ene-Feb 1999; p. 7).

“El PROPÓSITO por el cual Cristo construyó la Iglesia ejemplifica su OBRA…1) PARA ANUNCIAR al mundo para testimonio la venida del Reino de Dios… 2) Para preparar a la gente que Dios añadía a la Iglesia… Dios siempre ha trabajado a través de humanos. Él ha trabajado con UN HOMBRE al tiempo… La OBRA consiste en proclamar el Evangelio, por radio, por televisión, por la imprenta” (Armstrong H.W. JUSTO QUÉ ES LA OBRA? INFORME DEL PASTOR GENERAL – Vol. 3, No. 6, febrero 6, 1981).

Cualquiera que haya estado en la antigua Iglesia de Dios Universal en los años 1980 cuando Herbert W. Armstrong estaba vivo le escuchó a él repetidamente hacer énfasis en la importancia del gobierno apropiado de la Iglesia. Pero la mayoría no aceptó posteriormente esta enseñanza, y muchos de aquellos que la enseñaban tenían problemas para entenderla verdaderamente y someterse a ella.

Lo que Roderick C. Meredith enseñó acerca del gobierno de la iglesia

Note el siguiente artículo de Roderick C. Meredith de la Iglesia de Dios Vivienteque contiene una variedad de temas relacionados con el propio (e impropio) gobierno de la iglesia (note que cualquier énfasiso itálicas estaban en el original):

El correcto gobierno de la Iglesia es vital

Por Roderick C. Meredith

Las religiones de este mundo están confundidas acerca de casi cada doctrina principal de la Biblia. No debería sorprender que ellos también estén confundidos acerca de la forma bíblica de gobierno de la Iglesia.

Sin embargo la forma bíblica de gobierno de la Iglesia es absolutamente vital para identificar en dónde está trabajando Cristo, y enseñar a los miembros de la Iglesia de Dios las importantes lecciones del correcto gobierno.  Después de todo, los verdaderos cristianos se están preparando para gobernar –bajo Cristo– las ciudades y las naciones de todo el mundo. Por lo tanto, aprender acerca del correcto gobierno y la experiencia de practicar esa forma de gobierno es crucial en el desarrollo de los futuros reyes y sacerdotes a quienes pronto les será dada responsabilidad cuando Cristo retorne!

También, es vital que todos entendamos cuán equivocado es para “cualquier Tom, Dick y Harry” partir como un rayo a comenzar su propia iglesia, esté o no él calificado en alguna forma! El Sr. Armstrong acostumbraba explicar esto muy cuidadosa y completamente. Él a menudo citaba Hebreos 5:4, “Y ningún hombre tome su honor por sí mismo, sino el que es llamado por Dios, tal como lo fue Aarón.” A través de Su inspirada palabra, Dios es muy específico al condenar los esfuerzos de los hombres para “ordenarse a sí mismos”–o para escogerse a sí mismos para el trabajo en el ministerio!

Quizás el más dramático ejemplo de esto es la situación que involucra a Coré y a los “dos mil y cincuenta líderes de la congregación, representantes de la congregación, hombres de renombre” (Números 16: 1-2). Como vemos en el versículo 3, estos hombres trataran de exaltarse a sí mismos, e indicaron que ellos debían ser capaces de tomar el trabajo del liderazgo sobre la congregación “tal como” Moisés y Aarón. Así dijo Moisés, “y ustedes están buscando el sacerdocio también” (v. 10). Obviamente, Dios conocía los corazones de aquellos hombres–y sabía que Moisés era correcto en su aseveración. Estos hombres estaban de tomarse el liderazgo, incluso si bien Dios había claramente escogido a Moisés y a Aarón para esa responsabilidad.

Dios dramáticamente nos dio una poderosa lección cuando “la tierra abrió su boca y se los tragó, con sus casas y todos los hombres con Coré, con todos sus bienes. Así que ellos y todos los que estaban con ellos cayeron vivos al abismo; la tierra se cerró sobre ellos, y ellos perecieron de entre la asamblea” (vv. 32-33). Todos deberíamos estudiar Números 16, y aprender la lección de que ninguno debe “escogerse” a sí mismo como ministro –o “sacerdote” espiritual–aparte de que Dios usa a aquellos que Él ya ha escogido poner en el ministerio para hacer el escogimiento o la ordenación.

Como la mayoría de ustedes sabe, el Sr. Armstrong fue ordenado por la Iglesia de Dios de la era de Sardis temprano en 1931. Yo fue ordenado personalmente por el Sr. Herbert W. Armstrong –junto con otros cuatro– como un evangelista de Jesucristo en diciembre 20, 1952 en frente de toda la congregación de la Sede central en el Colegio Ambassador en Pasadena. Yo no traté de “escogerme” a mí mismo, pero cuando la apostasía comenzó al final de los años 1980 simplemente continué como un “evangelista” –el oficio para el que el Sr. Armstrong me había escogido.

Todos nosotros necesitamos entender que practicar la el correcto gobierno de la Iglesia es un asunto de fe en Cristo! Pues la Biblia es muy clara en que Dios guía Su Iglesia, a pesar de ocasionales errores humanos, y nosotros debemos confiar en que Cristo haga Su trabajo! Ninguno debería tratar de “escogerse él mismo” para el ministerio o tomar un cargo que Cristo no le haya dado!

Recuerde, seguir el correcto gobierno de la Iglesia involucra fe en que Jesucristo está vivo y haciendo Su trabajo. Pero en la sociedad de hoy, la mayoría de la gente coloca gran valor sobre el gobierno democrático, porque este es actualmente la forma de gobierno más popular en la mayoría del mundo Occidental. Pero ¿Será la democracia la forma inspirada de gobierno después del retorno de Cristo? Recuerdo que Jesucristo “es el mismo ayer, hoy y por siempre” (Hebreos 13: 8). ¿Qué forma de gobierno llevó Él siempre a sus siervos a seguir–tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento? ¿Y qué clase de gobierno se seguirá en el Reino de Dios que llegará muy pronto?

Jesús afirmó; “Está escrito, “El hombre no vivirá sólo de pan, sino por cada palabra de Dios” (Lucas 4: 4). ¿Estamos dispuestos a abrir nuestras mentes y corazones para ver la aproximación bíblica al gobierno de la Iglesia? Dios dice, “Puetodas las cosas por Mi mano han sido hechas, y por ella todas las cosas existen”, dice el SEÑOR. Pero miraré a aquel que es hombre y humilde de espíritu, y que tiembla a Mi palabra” (Isaías 66: 2). ¿Temerá y temblará usted ante la palabra de Dios, y determinará estar absolutamente seguro de que su iglesia está siguiendo la forma de gobierno bíblica?

El Evangelio y nuestro futuro llamado

La Escritura claramente describe el verdadero evangelio: “Ahora después de que Juan fue puesto en prisión, vino Jesús a Galilea, predicando el evangelio del reino de Dios, y diciendo, “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios está a la mano. Arrepentíos, y creed en el evangelio”” (Marcos 1: 14-15). El pueblo de Dios debería darse cuenta de que Jesús estaba hablando acerca de un reino literal–o gobierno– que se establecería sobre la tierra cuando Él retorne. Recordemos que, después de la resurrección de Jesús, Sus discípulos le preguntaron a Él, “Señor, restaurarás en este tiempo el reino de Israel?” Aquí Jesús tuvo una maravillosa oportunidad de sacarlos a ellos del error de la idea de de un gobierno literal si la forma de gobierno de Dios no era un reino.

Pero ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? “No os toca a vosotros conocer los tiempos o las estaciones que el Padre ha puesto bajo Su sola autoridad” (Hechos 1: 7).

A través de todo el Nuevo Testamento, la Biblia nos dice que durante el Milenio los verdaderos “santos” ayudarán a Cristo a administrar el gobierno literal de Dios sobre esta tierra (Apocalipsis 2: 26; 5: 9-10). Pablo fue inspirado a escribir, “¿No sabéis que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo será juzgado por vosotros, sois vosotros incapaces de juzgar los más pequeños asuntos? ¿No sabéis que hemos de juzgar ángeles? ¿Cuánto más, las cosas que pertenecen a esta vida?” (1 Corintios 6: 2-3).

Recuerde, Pablo hizo estas afirmaciones porque algunos de los hermanos corintios estaban yendo a la ley contra otros hermanos! Pablo les recordó que nosotros estamos ahora en entrenamiento para juzgar al mundo, así que debemos aprender a practicar ese juicio en la Iglesia de Dios hoy! Pablo los exhortó, “Si entonces ustedes tienen juicios concernientes a las cosas que pertenecen a la vida, [por qué] escogéis a aquellos que son los menos estimados por la iglesia para juzgar? (vv. 4-5). Sí, el pueblo de Dios necesita entrenarse en administrar Su forma de gobierno. Necesitamos entender y practicar la verdadera forma de gobierno que nosotros seremos responsables de aplicar durante el Milenio.

No obstante, al hacer este juicio entre los hombres jóvenes cogidos en incesto, Pablo escribió, “Pues si de veras yo, ausente en el cuerpo pero presente en el espíritu, he juzgado ya (como si estuviera presente) a aquél que ha incurrido así en este acto” (1 Corintios 5: 3). Si bien Pablo debe tenido información detallada, y probablemente recibió también consejo de los otros líderes de la Iglesia, él tenía la autoridad para desasociar a este descarado pecador. Obviamente, Pablo no estaba buscando permiso de ningún comité o “junta” de hombres para llevar a cabo esta acción!

Como futuros reyes y sacerdotes, el pueblo de Dios debería estar aprendiendo a practicar y a administrar la verdadera forma de gobierno que ellos estarán administrando sobre las ciudades y las naciones de esta tierra en unos pocos años!

El gobierno de Dios en el Antiguo Testamento

La nación de Israel era también llamada “la congregación en el desierto” (Hechos 7: 38). ¿Cómo inspiró Dios que fuera gobernado este cuerpo de estado-iglesia? Note esta instrucción, que Jetró dio bajo inspiración de Uno que luego se hizo Jesucristo: “Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.

Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.” (Éxodo 18: 21-22).

Así llevó Dios a Moisés a escoger hombres dedicados a estas responsabilidades. Ciertamente, mucho consejo, pensamiento y ferviente oración deben haber estado involucrados. No hubo “politiquería”–y ninguna votación! Posteriormente, Dios llevó al Rey David de Israel–el “hombre según el corazón de Dios” (Hechos 13: 22) –a usar la misma forma de gobierno (2 Samuel 18: 1). Recuerdo que en la resurrección que pronto vendrá, David estará de regreso en su mismo oficio como rey de todo Israel (Jeremías 30: 9). Y entonces –entendiendo más completamente el espíritu de la ley–el Rey David gobernará de nuevo al pueblo usando las leyes de Dios. “David mi siervo gobernará sobre ellos, y ellos tendrán todos un pastor; ellos también caminarán en Mis juicios y observarán Mis estatutos, así harán ellos” (Ezequiel 37: 24).

Es claro que el gobierno de Dios fue, a través de todo el Antiguo Testamento —como él será en el Reino de Dios que vendrá próximamente a la Tierra–un gobierno jerárquico con dirección desde Dios a través de los líderes bajo Él dirigiendo a Su pueblo. La Escritura no registra ninguna excepción a esta práctica que recibiera la bendición de Dios.

Recuerde que el Ser que se despojó a Sí mismo para convertirse en nuestro Salvador era el Dios del Antiguo Testamento. “Y todos bebieron de la misma bebida espiritual. Pues ellos bebieron de la Roca espiritual que los seguía, y esa Roca era Cristo” (1 Corintios 10: 4). El autor de Hebreos nos dice: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hebreos 13: 8). Así, debería ser obvio que Cristo no mantiene “cambiando” Su forma de gobierno al dirigir a Su pueblo a través de las edades.

El gobierno de la Iglesia en el Nuevo Testamento

A través de todo el Nuevo Testamento, encontramos al Cristo viviente dirigiendo a Sus siervos para seguir el mismo patrón de gobierno que Él había inspirado en los 1500 años previos. Jesús Mismo estableció el ejemplo. “Ahora aconteció en aquellos días que Él fue a un monte a orar, y continuó toda la noche en oración a Dios. Y cuando era de día, Él llamó a Sus discípulos para Sí mismo; y de ellos Él escogió doce a quienes él también llamó apóstoles” (Lucas 6: 12-13).

Aquí, Jesús nos da un poderoso ejemplo. Un verdadero siervo de Dios debe orar fervientemente y buscar la voluntad de Dios –no la suya propia! Y sin embargo, al final, semejante líder haría las decisiones que estén involucradas en dirigir los asuntos de la Iglesia de Dios. Nunca hubo ninguna “junta” o comités dirigiendo a Jesús, a Pedro, a Santiago, a Juan o a Pablo, diciéndoles a ellos lo que tenían qué hacer. Después de mucha meditación, y luego de oración ferviente al Padre durante toda la noche, Jesús escogió entonces a los doce apóstoles.

En el libro de Hechos, encontramos que Pablo seleccionó a Timoteo para que le ayudara en el ministerio. Así, “El lo tomó y lo circuncidó” y comenzó a entrenarlo (Hechos 16: 3). Posteriormente, encontramos que Timoteo era un “evangelista” (2 Timoteo 4: 5).

En el camino, Pablo describió a Timoteo las calificaciones que uno debería considerar antes de ordenar a alguno (1 Timoteo 3: 1-13). Entonces él le advirtió a Timoteo, “no impongas las manos sobre alguno apresuradamente, ni participes en los pecados de otros; manténte tú mismo puro” (1 Timoteo 5: 22). Lo que está claro de esta advertencia y de todos estos ejemplos, es que Timoteo, trabajando con autoridad delegada por Pablo, no necesitaba la aprobación de ninguna “junta” o comité.

El patrón de gobierno en la primera Iglesia inspirada es muy claro en Tito 1: 5-9, “Por esta razón de dejé en Creta, para que pusieras en orden todas las cosas que hacían falta, y escogieras líderes en cada ciudad como te lo ordené, si un hombre es sin tacha, esposo de una sola mujer, que tiene hijos fieles no acusado de disipación ni de insubordinación. Pues un obispo debe ser sin tacha, un auxiliar de Dios, no voluntarioso, no irascible, no dado al vino, no violento, no codicioso de dinero, sino hospitalario, un amante de lo que es bueno, sobrio de mente, justo, santo, auto controlado, reteniendo firme la palabra fiel como él ha sido enseñado, para que pueda ser capaz, por la poderosa doctrina, tanto de exhortar como de convencer a aquellos que contradice.”

La carta de Tito comienza, “Pablo, un siervo de Dios y un apóstol de Jesucristo.” Poniendo esto junto con el versículo 5, se hacen claros tres puntos:

Cristo era la Cabeza de Pablo, Su apóstol.

Bajo el liderazgo de Jesucristo viviente, Pablo tenía autoridad para dirigir las actividades de Tito, un evangelista, y también para darle instrucciones sobre como llevar a cabo sus responsabilidades.

Tito, responsable a Cristo por encima de todo y a Pablo especialmente en asuntos administrativos, tenía autoridad para “escoger ancianos” dentro de las líneas guía establecidas por Pablo –y no por una junta de hombres.

Este claro patrón de gobierno es evidente desde el principio hasta el fin de todo el Nuevo Testamento. La dirección general de Cristo es acentuada una y otra vez. Pero se hace también claro que Cristo mismo ha establecido importantes oficios en la Iglesia de Dios en aras de la unidad: “Y Él Mismo dio a unos ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a algunos pastores y maestros, para el equipamiento de los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4: 11-13).

Debería estar claro que el Cristo viviente ha dirigido siempre cada fase de Su Obra primariamente a través de un hombre al tiempo. Moisés dirigió diferentes fases de la Obra de Dios dentro de Israel en su día, y después de él Josué, luego Samuel, luego otros. Dios indica que Él primariamente usó al apóstol Pedro para dirigir la Obra a los judíos, y al apóstol Pablo para dirigir la Obra a los gentiles: “Pero al contrario, cuando ellos vieron que el evangelio para los incircuncisos me había sido entregado a mí, como el evangelio de los circuncidados era de Pedro (pues Él que trabajó efectivamente en Pedro para el apostolado de los circuncidados también trabajó efectivamente en mí hacia los gentiles), y cuando Santiago, Cephas, y Juan, quienes parecían ser los pilares, percibieron la gracia que me había sido dada, ellos me dieron a mí y a Barnabas la mano derecha en compañerismo, que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los de la circuncisión” (Gálatas 2: 7-9).

La anterior escritura muestra que si bien Barnabas era un apóstol, y Santiago y Juan eran “columnas” –ciertamente apóstoles líderes– el Evangelio para la circuncisión había sido entregado a la dirección general de Pedro. Esta división de responsabilidades entre Pedro y Pablo era necesaria —en ese tiempo— a causa de las verdaderamente gigantescas diferencias y antagonismos entre los pueblos gentiles y judíos de ese día, y también a causa de consideraciones geográficas y la falda de comunicación mundial instantánea.

Hoy en día, semejante división de responsabilidades no es necesaria puesto que podemos tener contacto casi instantáneo con personas alrededor del mundo vía el Internet, los teléfonos, el fax, y otros medios de comunicación. Estas herramientas modernas permitieron a la vasta mayoría del pueblo de Dios ser “una” bajo el inspirado liderazgo del siervo de Dios, el Sr. Herbert W. Armstrong. Cristo guió y bendijo Su Obra en esa unificada forma por más de 50 años! Negar esto sería negar la realidad.

Comunes malentendidos

Gente mal orientada a menudo toma algunos ejemplos comunes para tratar de contradecir el claro patrón de gobierno que Dios revela en Su palabra. Uno de estos es la idea de que en Hechos 1: 20-25, Matías fue escogido para reemplazar a Judas por una forma de votación!

La anterior idea claramente no es escrituraria y algunos pueden mantenerla parcialmente por ignorancia de la práctica del Antiguo Testamento de buscar la decisión de Dios a través de los Urim y Thummim

Note el contexto de este asunto: Después de encontrar dos hombres dedicados quienes reunían las calificaciones de haber estado con Cristo desde el comienzo de Su ministerio hasta Su resurrección, los apóstoles hicieron un llamado a Dios para que hiciese la elección entre estos dos, “Y entonces ellos oraron y dijeron, “Tú, Oh Dios, que conoces el corazón de todos, muéstranos cuál de estos dos Tú has escogido para tomar parte en este ministerio y apostolado del cual Judas cayó por su transgresión, para que él pueda tomar su propio lugar”. Y ellos arrojaron sus suertes, y la suerte cayó sobre Matías. Y él fue contado entre los doce apóstoles.” (Hechos 1: 24-26)

Note esta referencia del Nuevo Comentario Bíblico: Revisado– “Y ellos arrojaron suertes”. La selección deliberada y la oración jugaron sus partes en este escogimiento como también la suerte. la suerte era una institución sagrada en el antiguo Israel y era también un medio establecido de discernir la voluntad divina (cf. Pr. 16: 33), siendo de hecho el principio de decisión por Urim y Thummim. Esta es la primera y última ocasión del empleo de la suerte por [durante] el período entre la ascensión y Pentecostés; Jesús se había ido, y el Espíritu Santo no había venido.”

Mostrando además que esto era un llamado a la voluntad de Dios antes de que hubiese venido el Espíritu Santo, es significativo que esta fue la última vez que los apóstoles lanzaron suertes. Una vez vino el Espíritu Santo, el Cristo viviente –a través del Espíritu de Dios–guiaría a Sus fieles ministros en todas las decisiones principales.

Algunos también leen la práctica de los políticos y de votar en el escogimiento de los diáconos como se describe en Hechos 6. Sin embargo uno necesita sólo mirara cuidadosamente en el contexto escritural para ver el error de esa asunción. El versículo 3 da la información clave: “Por lo tanto, hermanos, buscad entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quien podamos escoger para este asunto.”

Así que los hermanos estaban “buscando” sinceramente un número de individuos que reunieran ciertas calificaciones. Ellos pueden haber encontrado a unos pocos hombres cuyos “frutos” mostraban sabiduría y el Santo Espíritu. Pero entonces, ¿Votaron los hermanos como un todo para que estos hombres se convirtieran en diáconos?

Por supuesto que no! Esa no ha sido nunca la forma de Dios en ningún tiempo de la historia humana, ni en la historia de la verdadera Iglesia! No, los hermanos no votaron. Los apóstoles –sin duda después de mucho consejo y oración–escogieron a Esteban y a los otros diáconos que serían ordenados.

Algunos han  malentendido el relato de la conferencia de Jerusalén, dado en Hechos 15. Ciertamente hubo una atmósfera abierta y de hermandad en esa marcada conferencia. Hubo obviamente un buen trato de cordial y quizás a veces acalorada discusión entre los “apóstoles y los ancianos” (v. 6)

Pero, “Y cuando había habido mucha disputa, Pedro se levantó y les dijo a ellos: “Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros” (vv. 7-8) Entonces Pedro procedió a explicar la decisión de Dios de darle a los gentiles el Espíritu Santo sin tener que hacerse circuncidar primero.

Después, Pablo y Barnabas también mostraron cómo Dios respaldaba este principio por “milagros y señales” (v. 12). Santiago –el apóstol que presidía en Jerusalén– se refirió a la declaración de Pedro, extendiéndola, y dijo; “Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios” (v. 19). Así Jaime afirmó el juicio de consenso o decisión del liderazgo.

Comentario sobre este procedimiento, El Nuevo Comentario de la Biblia: Revisado sostiene: “Parece del v. 12 (“toda la asamblea”) que otros miembros de la iglesia de Jerusalén estaban presentes, si bien la deliberación y la decisión quedaba entre los líderes.” De nuevo, es obvio que no hubo “votación” como tal, sino más bien un consenso cordial de los apóstoles y ancianos. Los “pilares” apostólicos tales como Pedro y Pablo hicieron los discursos principales, luego Santiago estableció la decisión final a la cual el Espíritu Santo había llevado a estos dedicados hombres.

Cuánta contribución y CONSEJO debe buscarse

En todos los anteriores ejemplos, un número de personas dio aviso o consejo entre los líderes que hicieron una decisión. Dios claramente nos dice, “La senda del tonto es correcta a sus propios ojos, pero el que busca consejo es sabio” (Proverbios 12: 15). Como afirma la palabra de Dios, “Sin consejo, los pensamientos son frustrados; mas en la multitud de consejeros se afirman.”

Por esta razón, como Evangelista presidente fundador, establecí un activo Consejo de Ancianos para la Iglesia de Dios Viviente. Los miembros del Consejo me aconsejan sobre asuntos físicos y espirituales que pertenecen a la Iglesia, sus planes y sus programas. Los miembros del Consejo son alentados a aconsejarme abiertamente y cordialmente, y no les pregunto por un “sí” cuando hablamos acerca de los problemas y las oportunidades que enfrenta la Iglesia. El Consejo se reúne formalmente al menos tres veces cada año, y yo a menudo hablo con los miembros del Consejo por fuera de reuniones formales, para asegurarme de que estoy siguiendo la guía de Cristo de la mejor manera que soy capaz, así que la Iglesia siempre puede ser movida hacia adelante en su misión bajo su Cabeza viviente, Jesucristo.

Un siervo dedicado del Dios viviente siempre tratará de buscar el “consejo” de al menos algunos individuos calificados antes de tomar cualquier decisión principal. También, un verdadero siervo de Dios gastaría mucho tiempo en atenta, ferviente oración a Dios –pidiendo que Su voluntad sea hecha clara–antes de hacer una decisión importante. Hemos anotado ya que Jesús oró toda la noche antes de escoger a Sus doce apóstoles (Lucas 6: 12). Nosotros recordamos cómo Pablo ayunó y oró por tres días buscando la voluntad de Dios después de haber sido derribado en su camino a Damasco (Hechos 9: 9-11).

Note también esta ferviente búsqueda de la voluntad de Dios en el escogimiento de los ancianos. “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.” (Hechos 14: 23) Tal humilde, sensitiva búsqueda de la voluntad de Dios debería ser el distintivo de todos Sus verdaderos ministros. En cuanto esta actitud se mantenga, Jesucristo estará allí para guiar a Su Iglesia como su Cabeza viviente (Colosenses 1: 18).

Liderazgo de servicio

Una clave para distinguir la actitud de los verdaderos siervos de Dios es que ellos se miran a sí mismos como justamente eso –siervos. Al encontrar a los discípulos discutiendo sobre cuál de ellos sería “el mayor”, Jesús encontró una oportunidad para explicarles un principio muy importante. “Pero Jesús los llamó y les dijo, “Ustedes saben que los gobernantes de los gentiles señorean sobre ellos, y aquellos que son grandes ejercen autoridad sobre ellos. Sin embargo no será así entre ustedes, pues quien quiera que desee hacerse grande entre ustedes, sea él vuestro siervo. Y quien quiera que desee ser el primero entre ustedes, sea él vuestro esclavo; tal como el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir, y a dar Su vida para la salvación de muchos” (Mateo 20: 25-28).

Todos en autoridad en la Iglesia de Dios deberían tener, y deberían conducirse ellos mismos con, esta actitud de servicio. Todos nosotros sabemos que, en el pasado, algunos ministros se escogieron a sí mismos como “dictadores” en sus áreas –tratando de gobernar las vidas de los hermanos incluso en asuntos puramente personales. Esto era erróneoy completamente injustificado por la Escritura! Pues cada líder en la Iglesia de Dios debería humildemente tratar de servir a cada uno de los hermanos en formas que les ayuden a ellos a incrementar su propia sabiduría y a desarrollar su propio potencial humano.

Cada uno de nosotros debería tratar de entender a aquellos que servimos, y nosotros deberíamos comprometernos en alentar, dar ánimo e inspirarlos a ellos para ser como Jesucristo en cada aspecto de sus vidas. Sólo en esta forma podemos verdaderamente “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.”

Pedro, quien había sido impetuoso y “agresivo” al comienzo de su ministerio, fue luego inspirado a escribir: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria. (1 Pedro 5: 1-4)

Dios claramente mostró Su aproximación al gobierno desde el propio comienzo, cuando Él organizó la unidad de la familia y puso al esposo a cargo (Génesis 3: 16). No obstante, incluso aquí es al Cristo viviente a quien deberíamos mirar como nuestra última Cabeza bajo Dios el Padre. “Pero quiero que sepan que la cabeza de todo hombre es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios” (1 Corintios 11: 3).

Note que si bien no hay votación, y el esposo es la indisputada cabeza de la unidad de la familia a la vista de Dios (Efesios 5: 23), él también es advertido a practicar “un liderazgo de servicio” y a servir a su esposa en la forma como él conduzca la familia (v. 25). Así todos nosotros en la Iglesia de Dios –y especialmente los que están en el ministerio–deberían tratar de “entregar nuestras vidas” por los hermanos. Todos necesitamos prestar atención a la inspirada instrucción del apóstol Juan, “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. (1 Juan 3: 16)

FE en el Cristo viviente

Si tenemos genuina fe en el Jesucristo viviente como la activa Cabeza de la Iglesia, pronto veremos y nos someteremos a Su forma de gobierno en la Iglesia. Pues nosotros miraremos más allá de los hombres, y más allá de los debilidades humanas que todos nosotros tenemos. Miraremos que Cristo ha escogido, con Su Espíritu, a ciertos hombres quienes están predicando Su completa Verdad y haciendo realmente Su Obra –y que Él ha prometido estar allí para guiar e inspirar a aquellos del ministerio que están conduciendo Su Iglesia (Mateo 28: 20).

Jesús dijo, “Todo árbol que no da buenos frutos será cortado y arrojado al fuego. Por lo tanto por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7: 19-20).

Así, al determinar en dónde está trabajando Cristo, y a quién está llevando Él para caminar más completamente en Sus caminos, uno necesita mirar a los “frutos” –los resultados. ¿Se sigue la forma bíblica de gobierno? ¿Está siendo predicado poderosamente el mensaje del Reino de Dios al mundo? ¿Está siendo proclamada la advertencia profética de la inminente Gran Tribulación e manera urgente al moderno Israel –al pueblo judío y a los descendientes de las llamadas “Diez Tribus Perdidas”? ¿Está siendo enseñada toda la Verdad de las leyes de Dios y sus caminos? ¿Está siendo enseñada la gente a crecer en gracia y en conocimiento, “a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”?

Cuando los anteriores “frutos” están presentes en una organización de iglesia– uno puede tener confianza en que Cristo está allí y dirigirá a su liderazgo. Y si el liderazgo se desvía –“diluye” la Verdad significativamente, o fracasaen predicar realmente el verdadero Evangelio y en hacer la Obra– entonces la Escritura claramente instruye a los hermanos a cesar de seguir a semejante organización y a su liderazgo. Como escribió Pablo, “sed seguidores de mí, como yo lo soy de Cristo” (1 Corintios 11: 1)!

Note cómo contestaron los apóstoles cuando ellos fueron amenazados y presionados para detener la predicación del Evangelio. “Pero Pedro y los otros apóstoles respondieron y dijeron: “Nosotros debemos obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5: 29)”.

Así, una vez los “frutos” son evidentes, es al Cristo viviente que deberíamos buscar para llevar e inspirar a Sus fieles ministros a dirigir los asuntos de Su Iglesia en la forma correcta. Los cristianos verdaderamente dedicados tendrán fe en esto. No fe en los hombres, sino en Jesucristo viviente!

Algunos pueden decir, “Pero se hicieron errores en el pasado y la gente fue herida por el gobiernode la Iglesia!” Esto es exactamente la clase de razonamiento que la gente usaba en los días de Samuel (1 Samuel 8: 1-7). Muchos habían sido heridos por los abusos de los hijos de Samuel de sus oficios. Así, ¿Qué hizo la gente? ¿Se lamentaron a Dios en oración y ayunaron para que castigara o removiera a estas personas ofensivas?

No! Ellos vinieron en masa a Samuel –como una “marcha sobre Washington”–y ellos demandaron, “Mira, tú eres viejo, y tus hijos no caminan en tus caminos. Ahora háznos un rey que nos juzgue como todas las naciones” (1 Samuel 8: 5).

Estos hombres enfocados en sí mismos no estaban simplemente pidiendo una reparación del actual mal uso del cargo. Ellos pidieron que se cambiara toda la forma de gobierno!Ellos sintieron que no confiarían que Dios dirigiera a Samuel y a sus hijos, así que ellos quisieron una forma de gobierno más como las naciones carnales alrededor de ellos. Esto sería como la gente hoy en día deseando la democracia simplemente porque es la forma del mundo alrededor de ellos! E Israel ha sido cortado de la forma directa de gobierno de Dios desde entonces! Parcialmente a causa de esto, los descendientes modernos de Israel serán llevados pronto a la ruina, en la Gran Tribulación!

Para usar un ejemplo moderno, suponga que un presidente o primer ministro abusa de su cargo, quizás, cometiendo adulterio, perjurio o hurto. Acaba usted inmediatamente con el oficio de la presidencia o con el cargo de primer ministro?

No! Nunca ocurre que se “arroje al bebé junto con el agua de la bañera!” Los errores de los líderes humanos de la Iglesia nunca justifican ir contra toda la aproximación al gobierno de Dios de la iglesia y a su Ley. No obstante, cuando seres humanos encuentras que ellos han estado en la zanja, ellos a menudo saltan al otro extremo, cruzan hasta la mitad del camino, y saltan al otro lado! La respuesta no es ir al otro extremo, sino confiar en la guía de Jesucristo a Su Iglesia, siguiendo el patrón de gobierno de la Iglesia como Él claramente lo revela a través de toda la Biblia.

Incluso atrás en los tiempos del Antiguo Testamento, hombres y mujeres fieles supieron que Dios era el responsable de guiar a Sus siervos. El fiel rey Jehoshaphat estableció jueces en la tierra y les dijo, “Presten atención a lo que ustedes están haciendo, pues ustedes no juzgan para hombres sino para el SEÑOR, quien está entre ustedes en el juicio” (2 Crónicas 19: 6). ¿Cuánto más estará el Jesucristo resucitado con y guiará a Sus ministros del Nuevo Pacto que estén, de hecho, predicando Su verdad y haciendo Su Obra?

Esté seguro de examinar muy cuidadosamente los “frutos” de los líderes que digan ser de Dios. Si allí hay claramente buenos frutos, y ellos están practicando los principios descritos anteriormente, uno puede tener fe de que el Salvador quien murió por nosotros, y está ahora resucitado y sentado a la diestra de Dios Padre, puede y conducirá y los guiará a ellos –en tanto que ellos sigan Su forma de organización de Iglesia y de gobierno, prediquen Su Palabra y hagan Su Obra.

Si tenemos genuina fe en el Jesucristo viviente como la Cabeza activa de la Iglesia, pronto veremos y nos someteremos a Su forma de gobierno en la Iglesia. Pues nosotros miramos más allá de los hombres, y más allá de las debilidades humanas que todos nosotros tenemos. (El correcto gobierno de la Iglesia es vital. Noticias de la Iglesia viviente. Marzo-abril 2008, pp. 3-5, 17-19).

Si bien el orgullo puede coger a muchas personas en su camino, incluyendo a los líderes religiosos, la verdad es que la sumisión al gobierno apropiado muestra que uno se someterá apropiadamente a Dios y aceptará Su voluntad en la vida de uno.

Roderick C. Meredith sobre los profetas del Nuevo Testamento

Unas pocas semanas después de tener una discusión con el Dr. Bob Thiel acerca de los profetas y de su propio ungimiento con una “doble porción” del Espíritu de Dios, el por largo tiempo evangelista Dr. R. C. Meredith declaró que de acuerdo al Nuevo Testamento, que uno que es un profeta puede tener “predicación inspirada” o enseñanza como opuesta a haber tenido una visión o recibido mensajes proféticos en sueños como tuvieron aquellos profetas en el Antiguo Testamento (Meredith R.C. Dios está construyendo una familia espiritual. LCG DVE703 sermón, mayo 5, 2012).

Y esto es consistente con lo que sucedió al comienzo de la iglesia del Nuevo Testamento (cf. Hechos 2: 1-18) –si bien en algún punto, los profetas del Nuevo Testamento pueden también tener uno o más sueños o visiones (p. ej. Hechos 16: 9).

El Nuevo Testamento parece discutir algunos tipos de profetas. Algunos, como el Apóstol Juan, recibieron revelación directa de Jesús (Apocalipsis 1). Algunos otros eran aparentemente profetas “locales” (1 Corintios 14: 29-32) que asistían en el entendimiento de asuntos en áreas locales. Y algunos eran aparentemente evangelistas proféticos (como aparentemente Timoteo”), quien tenía algún don profético, pero puede o puede no haber tenido muchas/algunas visiones/sueños.

El Dr. R.C. Meredith, cuando estaba en la antigua Radio Iglesia de Dios bajo el liderazgo del finado Herbert W. Armstrong, escribió (el énfasis es mío):

La verdadera Iglesia de Dios es la ÚNICA Iglesia que directamente sigue no sólo la forma de gobierno sino que emplea los verdaderos títulos que el propio Dios inspiró como designaciones para Sus ministros de varios rangos y funciones. Estos títulos están parcialmente incluidos en los varios dones espirituales mencionados en I Corintios 12: “Y DIOS ha puesto a algunos en la iglesia, primero apóstoles, luego profetas, en tercer lugar maestros, luego los que hacen milagros, los que tienen el don de sanidad, de ayuda, de gobierno, diversidad de lenguas” (versículo 28)…Los que se mencionan primero son los apóstoles…

Después son mencionados los “profetas” Ellos pueden ser hombres o mujeres y son usados para predecir eventos futuros por especial y personal revelación de Dios (Hechos 11: 27-30; 21: 9-10). No hay ningún ejemplo de que ellos tuvieran ninguna autoridad administrativa sobre otros ministros en la Iglesia a menos que ellos también fueran apóstoles o evangelistas. También, desde los últimos capítulos de hechos y en las siguientes centurias de la historia de la verdadera Iglesia, parecería que su función ha disminuido y que Cristo no está colocando a muchos en este oficio puesto que la revelación básica de la Biblia está ahora completa.

Los siguientes en autoridad bajo los apóstoles eran los evangelistas. Originalmente, ellos incluían a hombres tales como Timoteo, Tito, Epafrodito, Silas y otros que asistían a los apóstoles en la dirección de la obra del ministerio (Meredith R.C. ¿Cómo funciona realmente el gobierno de la Iglesia?. Buenas Noticias, marzo 1964, pp. 4-5)

Así de acuerdo a los escritos del Dr. Meredith, con la aprobación editorial de Herbert W. Armstrong, los profetas que también hacían el trabajo de un evangelista, “evangelistas proféticos” o “profetas evangelistas”, podían tener autoridad administrativa. Y esto es así (otros profetas en el Nuevo Testamento y en los tiempos posteriores probablemente también tuvieron algún tiempo de autoridad administrativa también). Y no colocar a MUCHOS en ese papel no significa que CRISTO no esté colocando a ninguno.

El Dr. Meredith también mencionó un grupo que él llamó profetas locales (cf. 1 Corintios 14: 29-32):

Como la Iglesia de Dios en esta área ha CRECIDO en los pasados treinta años en esta área, Cristo la ha llenado con TODOS los rangos ministeriales señalados en Efesios 4 excepto el de “profetas” locales –de quienes no hay mucha evidencia hacia la última parte de la historia bíblica y después de que la Biblia fue escrita. (Meredith R.C. ¿Cómo funciona realmente el gobierno de la Iglesia?. Buenas Noticias, marzo 1964, pp. 6, 24).

Y, eso combinado con aquellos como el apóstol Juan, muestran que aparentemente hubo al menos tres clases. No obstante, muchos en la COG no parecen darse cuenta de esto. Ellos pueden querer ser como los de Berea y “buscar en las escrituras diariamente para ver si todas estas cosas eran así” (Hechos 17: 11).

Y, por supuesto, cualquier ministro (o miembro de la iglesia) bajo el nivel de un profeta que verdaderamente cree en el gobierno bíblico de la iglesia aceptaría la autoridad de un profeta, especialmente si él también funciona en una posición/papel evangélico (ver también ¿Cómo determinar si alguien es un verdadero profeta de Dios?). Pero, tristemente, el Dr. Meredith (quien ahora es de edad, etc.) y la organización que él conduce ha decidido hasta ahora no seguir a ninguno.

Tristemente, la hipocresía sobre el gobierno de la iglesia es un problema mayor en la LCG. Un problema mayor es que la mayoría allí parece actuar como si la lealtad a  los líderes individuales fuera más importante que la autoridad de la Biblia!–pero se supone absolutamente que esto no debería ser el caso:

Adicionalmente, la LCG tiene un problema mayor con Mateo 18: 15-17. ¿Qué tan grande? Aquí está algo de lo que yo escribí en una carta al Dr. Meredith en junio 9, 2011:

Quizás yo debería hacerle saber a usted que una vez se me dijo por la junta de Charlotte que “Mateo 18: 15-17” no aplicaba aquí (quierendo decir, en Charlotte). Yo pregunté “¿No debería?” Y este miemro de la junta respondió: “Por supuesto que debería, solo que no lo hace.”

La persona que me dijo a mí que Mateo 18: 15-17 no aplicaba a Charlotte, específicamente me dijo que él se estaba refiriendo al liderazgo principal –los evangelistas y algunos otros allí. Este empleado dio a Mateo 18 con ellos. Si bien yo traté repetidamente, este asunto no fue corregido. Y, en lugar de guardar las promesas o de responder a mi comentario de Mateo 18: 15-17, fue ignorado. Pero yo obedecí Mateo 18: 15-17 pues ningún líder de la iglesia está por encima de la escritura.

La LCG ha ignorado Mateo 18: 15-17 en ambas formas. La primera es que ciertos líderes funcionan como si Mateo 18: 15-17 no aplicara a ellos si ellos tienen faltas (como no guardar su palabra), pero también que ellos pueden violar [ese principio] respecto de aquellos que están afiliados con su organización.

Respecto a Mateo 18: 15-20, note algo que yo posteé en enero 2013:

01/05/13 am. Como esperaba, algunos asociados con el ministerio de la LCG han dejado traslucir la carta de 12/28/13 a mí a fuentes anti-COG en el Internet. Ellos pueden después tratar d explicar esto a Diois pues obviamente algunos con insuficiente amor de la verdad o confianza en la palabra de Dios realmente no querrían hablarme primero para encontrar si estas cosas eran así (Mateo 18: 15-20). La realidad es que la carta contiene falsas acusaciones, afirmaciones inapropiadas, y una variedad de falsas aseveraciones. La Biblia advierte contra estar esparciendo tales cosas, pues “el que difunde la difamación es un tonto” (Proverbios 10: 18).

01/04/13 am. Sin embargo, en septiembre 6, 2012, con posible indiferencia por Mateo 18: 15-17 y asuntos de autoridad profética (1 Corintios 12: 28), el Dr. Meredith públicamente criticó a Bob Thiel sin discutir previamente los asuntos relacionados con él; ni el Dr. Winnail tomó ciertos pasos relacionados con promesas vinculadas a asuntos doctrinales (Apocalipsis 3: 14-19).

Pagar servicio de labios al gobierno de Dios no es lo mismo que aceptarlo verdaderamente. La LCG, en algunas ocasiones de las cuales soy consciente, ha violado Mateo 18: 15-17 en ambas formas.

¿La razón fundamental? Básicamente, parece ser que puesto que Herbert Armstrong ordenó al Dr. Meredith como un evangelista hace tanto tiempo, si algo está o no conforme con él, esto es el gobierno de Dios en acción. Esto simplemente no es verdad. Aquí está algo que él me escribió a mí en diciembre 28, 2012, como parte de su razón para descartar cosas acerca de mí (negritas e itálicas suyas):

Por lo tanto, como el que Cristo Mismo ha puesto en el oficio de Evangelista Presidente… Yo quiero decirle a usted…reconozca esta autoridad por su propio bien.

Yo nunca he controvertido que el Dr. Meredith fuese ordenado como evangelista. Sin embargo, él y otros necesitan darse cuenta de que Cristo esperaría que Sus líderes realmente sigan Sus palabras mejor de lo que el Dr. Meredith lo ha hecho. El Dr. Meredith y otros necesitan vivir por cada palabra de Dios y no decidir que ellos pueden pasar por alato porciones que no son convenientes para su entendimiento del gobierno de la iglesia. Ningún líder humano está por encima de la palabra de Dios.

Para asegurarme de que esto está claro, intenté decirle al Dr. Meredith ciertas de sus faltas de acuerdo a Mateo 18: 15-17 privadamente, y también traté de conseguir que otros ayudaran como dice Mateo 18 que hay que hacer cuando esto no funciona, luego finalmente se lo dije “a la iglesia” (Mateo 18: 17) como Jesús dijo que hiciéramos.

Pero, la LCG no sólo no se aproximó a mí primero, ni trajo a otros para discutir los asuntos conmigo, sino que en su lugar públicamente “se lo dijo a la iglesia” en dos o más ocasiones y entonces lo que ellos dijeron contenía falso testimonio. Ni la LCG corregiria nada de lo que entonces dijo. Aquellos que sienten que la LCG tiene el gobierno de iglesia apropiado necesitan reexaminar eso.

El Nuevo Testamento aprueba el gobierno jerárquico

Aunque no trataré de citar aquí todas las posibles escrituras, el Nuevo Testamento claramente apoya el gobierno jerárquico.

Note que el Nuevo Testamento está construido sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas:

 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,

20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,

21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. (Efesios 2: 19-22).

Note que el Espíritu Santo vino por la imposición de las manos de los apóstoles sobre aquellos que Dios usaría para comenzar la iglesia:

…a través de la imposición de las manos de los apóstoles les fue dado el Espíritu Santo (Hechos 8: 18).

El Nuevo Testamento enseña que la imposición de las manos es una de las seis doctrinas fundacionales (llegando a la perfección como la séptima) de la verdadera iglesia:

Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Hebreos 6: 1-2).

Creo que a través de la imposición de las manos, el Espíritu Santo pasó de los apóstoles originales a líderes tales como Policarpo de Esmirna y a través de aquellos líderes a los verdaderos líderes de la Iglesia de Dios desde el principio hasta el fin de la historia y ha sido pasado a través del liderazgo de la Iglesia de Dios en el siglo 21.

El Nuevo Testamento repetidamente muestra que los líderes eran escogidos por aquellos que estaban por encima de ellos, como los apóstoles (Hechos 6: 3; Tito 1: 5) y finalmente Dios (1 Corintios 12: 28).

Aquellos que están siendo conducidos por Dios, buscarán entender cómo y por qué Él tiene un ministerio y se someterán ellos mismos a la voluntad de Dios para ayudarle a cumplir Su plan (Efesios 4: 11-16, 2: 19-22; 1 Corintios 16: 16).

Note que los cristianos han de seguir el tipo de liderazgo que Dios hizo que señalara el apóstol Pablo:

15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.

16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan. (1 Corintios 16: 15-16).

Note que un orden específico, una jerarquía si usted quiere, se enseña en el Nuevo Testamento por intermedio de Pablo:

 28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

29 ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?

30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos? (1 Corintios 12: 28-30).

El apóstol Pablo discute esto de nuevo posteriormente e incluso añade una razón para los oficios que Dios ha ordenado:

 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,

12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,

13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,

15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. (Efesios 4: 11-16)

Note que esta jerarquía es necesaria de acuerdo al apóstol Pablo para ayudar a prevenir que los verdaderos cristianos sean engañados.

Yo creo que aquellos que no aceptan el gobierno jerárquico como lo presenta el apóstol Pablo han sido engañados. Y aunque algunos han clamado por un sacerdocio universal de los miembros, la realidad es que hay diferencias en los ministerios:

 4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

7 Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. (1 Corintios 12: 4-10).

Es Dios quien da Su Espíritu a la obra con creyentes en varias formas, lo que es porque no todos mantienen la misma posición en la Iglesia. Esto es también consistente con algo más que el apóstol Pablo fue inspirado a escribir:

 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.

21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;

23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,

25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.

26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan.

27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. (1 Corintios 12: 20-28)

Esto fue truncado arriba puesto que yo cité la jerarquía un poco antes en esta sección, así que decidí no repetirlo.

Los apóstoles, incluyendo Pedro, sobre ¿Debe usted obedecer siempre a las autoridades religiosas?

Mientras los apóstoles estaban presentes, Jesús enseñó:

 1 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:

2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.

3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. (Mateo 23: 1-3)

Pero ¿Significa esto que uno tiene que obedecer cualquier cosa que un ministro/líder religioso le diga a uno? No, de acuerdo a lo que los apóstoles Pedro y Juan enseñaron. Note:

4:1 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos,

2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos.

3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.

4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.

18 Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.

19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;

20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

21 Ellos entonces les amenazaron y les soltaron, no hallando ningún modo de castigarles, por causa del pueblo; porque todos glorificaban a Dios por lo que se había hecho, (Hechos 4: 1-4, 18-21)

27 Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó,

28 diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.

29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

30 El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero.

31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

32 Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.

33 Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. (Hechos 5: 27-33)

En los dos anteriores eventos, los apóstoles fueron llevados ante las autoridades eclesiásticas. La de la que Jesús había hablado.

Como los apóstoles, incluyendo a Pedro, dijeron, es importante entender que uno no acepta lo que un líder religioso diga si esto contradice la Biblia.

Adicionalmente, note que el apóstol Juan tenía un problema con un líder de la iglesia que no aceptaba el papel de Juan:

 9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.

10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia. (3 Juan 9-10)

Así, uno necesita estar seguro de que el líder que uno escucha está realmente practicando apropiadamente el gobierno de la iglesia, y no solo clamando hacerlo. Algunos no aceptarán la autoridad de aquellos en oficios espirituales más altos y esto ha sido un problema desde el tiempo del apóstol Juan.

Quizás debería añadir que un ministro no debería obligar a nadie contra su propia consciencia. Y es MALO violar la propia consciencia, pero uno debería considerar la información correcta. Note:

 12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.

23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. (Romanos 14: 12, 23)

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, (Filipenses 2: 12)

Ciertamente hay tiempo para la obediencia, incluso si uno realmente no quiere hacerlo. Pero la consciencia es un asunto, y no debería ser violada impropiamente (casos de ego y vanidad pueden hacer daño, pero estos han de ser superados–ver también Venciendo al Pecado).

Ahora estos pasajes en Romanos no significan que un ministro no pueda aconsejar o excluir a una persona que no obedezca la Biblia. Pero si uno tiene un problema moral con una solicitud/petición de un ministro, uno no debería violar su propia consciencia y debería estudiar más el asunto para ver si el ministro está en lo correcto (cf. Hechos 17: 10-11).

¿Qué enseñaron los líderes de la Iglesia de Dios de la segunda centuria acerca del gobierno?

Aunque muchos que tuvieron asociación con la Iglesia de Dios creen que la verdadera Iglesia puede ser rastreada a través del discípulo del apóstol Juan, Policarpo, muchos no parecen normalmente entender lo siguiente que Policarpo escribió:

Sabiendo, entonces, que “de Dios nadie se burla”, debemos caminar respetuosos de Su mandamiento y gloria. En una manera semejante deberían los diáconos ser sin tacha ante el rostro de Su rectitud, siendo los siervos de Dios y de Cristo, y no de los hombres. Ellos no deben ser difamadores, de doble lengua, o amadores del dinero, sino temperantes en todas las cosas, compasivos, industriosos, caminando de acuerdo a la verdad del Señor, quien fue siervo de todos. Si lo complacemos a Él en este presente mundo, recibiremos también el mundo futuro, de acuerdo a lo que Él prometió a nosotros que Él nos levantaría de nuevo de la muerte y que si nosotros vivimos respetuosos de Él, “reinaremos junto con Él”, dado que sólo nosotros creemos. En una manera semejante, sean los hombres jóvenes sin tacha en todas las cosas, siendo especialmente cuidadosos en preservar la pureza, y guardándose a sí mismos, como con una brida, de toda clase de maldad. Pues está bien que ellos deberían cortarse de los placeres que hay en el mundo, puesto que “todo deseo compite contra el espíritu”; y “ni los fornicarios, ni los afeminados, ni los abusadores de ellos mismos con la humanidad, heredarán el reino de Dios”, ni aquellos que hacen cosas inconsistentes y que poco favorecen. Por lo tanto, se necesita abstenerse de todas estas cosas, estando sujetos a los presbíteros y a los diáconos, como a Dios y a Cristo (Carta de Policarpo a los Filipenses. Capítulo V).

Por lo tanto, Policarpo abogaba porque los cristianos no fueran independientes y porque ellos estuvieran sujetos a aquellos verdaderos líderes como lo habrían de estar a Dios y a Cristo:

Y sean los presbíteros compasivos y misericordiosos con todos, trayendo de regreso a aquellos que yerran, visitando a todos los enfermos, y no descuidando a las viudas, a los huérfanos, o a los pobres, sino siempre “proveyendo por lo que se está convirtiendo a la vista de Dios y el hombre”; asbsteniéndose de toda ira, respecto de personas, e injustos juicios; guardándose de toda codicia, no emitiendo prontamente [un mal informe] contra cualquiera, no siendo severos en el juicio, como sabiendo que nosotros estamos todos en deuda de pecado. Si suplicamos al Señor que nos perdone, debemos también perdonar nosotros; pues nosotros estamos ante los ojos de nuestro Señor y Dios, y “debemos todos aparecer ante el trono del juicio de Cristo, y debe cada uno dar cuenta de sí mismo”. Sirvámosle entonces a Él con temor, y con toda reverencia (Hebreos 12: 28), incluso como Él Mismo nos ha ordenado a nosotros, y como los apóstoles que nos predicaron el Evangelio, y los profetas que proclamaron de antemano la venida del Señor [nos han enseñado igualmente]. Seamos celosos en la persecución de lo que es bueno, guardándonos a nosotros mismos de causas de ofensa, de falsos hermanos, y de aquellos que en hipocresía llevan el nombre del Señor, y extravían a los hombres vanos en el error (Carta de Policarpo a los Filipenses, Capítulo VI).

Y parte de la razón para los presbíteros es para protegerse contra “falsos hermanos” y el “error” doctrinal (el apóstol Pablo enseñó la misma cosa en Efesios 4: 11-14).

Ignacio fue un líder del siglo segundo que también conoció a Policarpo. Él enseñó:

Presten atención al obispo, para que Dios pueda prestarles atención a ustedes. Mi alma sea para aquellos que son sumisos al obispo, a los presbíteros, y a los diáconos, y pueda mi parte estar con ellos en Dios! Trabajen juntos unos con otros; esfuércense en compañía juntos; corran juntos; sufran juntos; duerman juntos; y despiértense juntos, como auxiliares, y asociados, y siervos de Dios. Por favor estén bajo Aquél que lucha, y de quien recibirán su paga. No dejen que ninguno sea hallado un desertor (Ignacio. Carta a Policarpo, Capítulo VI).

Por lo tanto, hijos de la luz y de la verdad, huyan de la división y de las doctrinas perversas; pero donde esté el pastor, síganlo las ovejas. Pues hay muchos lobos que parecen dignos de crédito, quienes, por medio de un pernicioso placer, llevan cautivos a aquellos que están corriendo hacia Dios; pero en vuestra unidad ellos no encontrarán lugar. Guárdense ustedes de aquellas plantas malas que Jesucristo no cuida, porque ellas no han sido plantadas por el Padre. No que yo haya encontrado ninguna división entre ustedes, sino excediendo en la pureza. Pues tanto como son de Dios y de Jesucristo están también con el obispo. Y tantos como retornarán, en el ejercicio del arrepentimiento, dentro de la unidad de la Iglesia, estos, también, pertenecerán a Dios, que ellos puedan vivir de acuerdo a Jesucristo. No erréis, hermanos míos. Si alguno sigue a aquel que hace un cisma en la Iglesia, él no heredará el reino de Dios. Si alguno camina de acuerdo a una opinión extraña, él no está de acuerdo con la pasión (Ignacio. Carta a los Filadelfinos, capítulos II-III).

Ahora ocurre que también ustedes no traten a su obispo demasiado familiarmente por cuenta de su juventud, sino que se rindan a él con toda reverencia, teniendo respeto por el poder de Dios, el Padre, pues he conocido incluso que santos presbíteros lo hacen, no juzgando impetuosamente, de la manifiesta apariencia juvenil [de su obispo], sino siendo a sí mismos prudentes en Dios, sometiéndose a él, o mejor no a él, sino al Padre de Jesucristo, el obispo de todos nosotros. Es por lo tanto probando, no sólo ser llamados cristianos, sino serlo así en realidad: Como algunos de veras dan a uno el título de obispo, pero hacen todas las cosas sin él. Ahora tales personas parecen no estar poseídas de una buena consciencia, mirando que ellas no se han reunido categóricamente juntas de acuerdo al mandamiento (Ignacio. Carta a los de Magnesia, capítulos III-IV).

Miren que todos ustedes siguen al obispo, incluso como Jesucristo sigue al Padre, y al presbiterio como ustedes lo harían con los apóstoles; y reverencien los diáconos, siendo la institución de Dios (Ignacio. Carta a los de Esmirna, capítulo VIII).

Pues, puesto que ustedes están sujetos al obispo como a Jesucristo, ustedes me parecen a mí vivir no de acuerdo a la manera de los hombres, sino de acuerdo a Jesucristo, quien murió por nosotros, en orden [a que] por creer en Su muerte, ustedes puedan escapar de la muerte. Es por tanto necesario que, como ustedes de veras hacen, así sin el obispo ustedes no harían nada, pero deberían también estar sujetos al presbiterio, como los apóstoles a Jesucristo, quien es nuestra esperanza, en quien, si vivimos, seremos [al final] encontrados. Es probando también que los diáconos, como siendo [los ministros] de los misterios de Jesucristo, deberían en todo aspecto estar complaciendo a todos. Pues ellos no son ministros de comida y bebida, sino siervos de la Iglesia de Dios. Ellos están obligados, por lo tanto, a evitar todo terreno de acusación [contra ellos], como ellos harían fuego (Ignacio. Carta a los de Trallia, capítulo II).

Pueda yo encontrar siempre gozo de ustedes, si de veras soy digno de ello. Es por lo tanto propio que ustedes en todas las formas glorifiquen a Jesucristo, quien los ha glorificado a ustedes, que por una obediencia unánime ustedes puedan ser perfectamente juntados en una misma mente, y en un mismo juicio, y puedan todos hablar la misma cosa concerniente a la misma cosa, y que, estando sujetos al obispo y al presbiterio, ustedes puedan en todos los aspectos ser santificados (Ignacio. Carta a los Efesios, capítulo II).

Note como el término “obispo” esencialmente significa lo mismo que la palabra “pastor” en Efesios 4: 11. También, quizás debería mencionar que no había “Obispo de Roma” entonces –como admiten los eruditos católicos (vea ¿Qué enseñan realmente los eruditos Católicos Romanos acerca de la historia de la primera Iglesia?)–por lo tanto Ignacio no estaba diciéndole a la gente que estuviera sujeta al Vaticano.

(Ignacio se dirigió a “obispos” en cada una de sus cartas, pero no lo hizo en su carta a los romanos pues ellos no tuvieron un obispo hasta después que Ignacio murió. Adicionalmente, quizás debería agregar que muchos han confiado en una mala traducción de parte de una de las cartas de Ignacio que indica que él no retuvo las enseñanzas de la Iglesia de dios–aquellos interesados en aprender más acerca de él y de sus enseñanzas deberían leer el artículo Otra mirada al Didache, Ignacio y el Sabbath).

Note que el liderazgo de la iglesia pasaba de los apóstoles a otros en la segunda centuria pues Polícrates escribió:

Pues en Asia también han dormido grandes luces, que se levantarán nuevamente en el día de la venida del Señor, cuando Él vendrá con gloria desde los cielos, y reunirá a sus santos. Entre ellos está Felipe, uno de los doce apóstoles, quien murió en Hierápolis; y sus dos ancianas hijas vírgenes, y otra hija, quien vivió en el Espíritu Santo y quien descansa ahora en Éfeso; y, además, Juan, quien fue tanto un testigo y un maestro, quien se reclinó en el seno del Señor, y, siendo un presbítero, usó la placa sacerdotal. Él murió en Éfeso. Y Policarpo de Esmirna, quien fue un obispo y un mártir; y Thraseas, obispo y mártir de Eumenia, quien murió en Esmirna. ¿Por qué necesito mencionar al obispo y mártir Sagaris quien murió en Laodicea, o al bendito Papirius, o a Melito, el eunuco quien vivió completamente en el Espíritu Santo, y quien yace en Sardis, esperando el episcopado de los cielos, cuando él se levantará de la muerte? Todos estos observaban el decimocuarto día de la pascua de acuerdo al Evangelio, no desviándose en ningún aspecto, sino siguiendo la regla de la fe. Y también, Polícrates, el menor de todos ustedes, hizo de acuerdo a la tradición de mis parientes, algunos de quienes he seguido de cerca. Y mis parientes siempre observaron el día cuando la gente sacaba la levadura. Yo, por lo tanto, hermanos, que he vivido sesenta y cinco años en el Señor, y me he reunido con los hermanos de todo el mundo, y he andado en pos de toda Santa Escritura, no estoy atemorizado por terribles palabras. Pues aquellos mayores que yo han dicho “Debemos obedecer a Dios antes que al hombre”…Yo podría mencionar a los obispos que estaban presentes, a quienes yo convoqué por vuestra voluntad; cuyos nombres,  si yo los escribiera, constituirían una gran multitud. Y ellos, contemplando mi pequeñez, dieron su consentimiento a la carta, sabiendo que yo no llevaba en vano mis cabellos grises, pero había gobernado siempre mi vida por el Señor Jesús (Eusebio. Historia de la Iglesia. Libro V, capítulo 24).

Desde el principio hasta el fin del siglo segundo el liderazgo pasó a través de líderes ordenados quienes aparentemente tenían otros títulos distintos del de “apóstol”, puesto que no hay evidencia escrita que yo haya visto de que ninguno de los líderes fuese considerado como apóstol. Esto significa en los tiempos modernos que solo porque no hay un apóstol propiamente ordenado, que esto no es excusa para escuchar a cualquiera de los evangelistas propiamente ordenados (actualmente los evangelistas, que son también “obispos”, son el más alto rango de cualquier líder propiamente ordenado dentro de cualquier válida Iglesia de Dios–aquellos que reclaman títulos más altos se han ordenado todos a sí mismos a aquellos rangos en maneras que son bíblicamente impropias).

Quizás debería anotar que la idea de una jerarquía de cristianos que guardaban el Sabbath fue confirmada por eruditos tales como B. Batatti quien escribió:

Nazarenos y Ebionitas…Cada secta tenía su propia jerarquía…(Fortescue A. Transcrito por Donald J. Boon. (Jerusalen (A.D. 71-1099). pp. 355-361 Bagatti, Bellarmino. Traducido por Eugene Hoade. La Iglesia de la Circuncisión. Nihil obstat: Marcus Adinolfi. Imprimi potest: Herminius Roncari. Imprimatur: +Albertus Gori, die 26 Junii 1970. Franciscan Printing Press, Jerusalem, p.30)

El historiador del final del siglo cuarto, Epifanio, escribió:

Los Ebionitas tienen ancianos y cabezas de sinagogas… (Epifanio. El Panarión de Epifanio de Salamis, Libro I. Sección II, capítulo 30, versículo 18, 2. Traducido por Frank Williams. EJ. Brill, New York, 1994, p. 145)

Esta es una forma de jerarquía, que a aunque a veces no fue claramente mantenida a través de toda la historia, fue a menudo usada y jerárquicamente es la forma de gobierno que tiene el reino de Dios.

Laodicea significa “El pueblo decide”

La Biblia dice que habrá una sucesión traslapada de siete iglesias, a menudo llamadas eras de la Iglesia. Si la era de Filadelfia sería predominante en el tiempo en que Herbert W. Armstrong todavía estuviera vivo, esto significaría que la última de las siete iglesias, Laodicea, sería predominante ahora.

Durante este tiempo Laodiceno, habría habido algunas aproximaciones tomadas por grupos que tuvieron sus orígenes en la antigua WCG.

Muchas personas decidieron hacerse independientes. Y muchos de estos independientes parecen sentir que ellos son los más fieles a las enseñanzas de la antigua WCG. La mayoría tiene unos pocos puntos que ellos creen que descalifican a los otros puesto que ellos deciden lo que es importante. Herbert W. Armstrong, a quien muchos de ellos claman estar siguiendo fielmente, no aprobaba el concepto de “cristianos independientes” en ese sentido (esto está documentado en el artículo Miembros independientes de la COG: Comentarios de Herbert W. Armstrong, y algo de esto fue citado antes).

Algunos sienten que la apostasía que ocurrió después de la muerte de Herbert Armstrong fue a causa del tipo de gobierno que él había implantado. Algunas de estas personas se han hecho independientes o han formado comités para dirigir las iglesias. Otro tipo de gobierno que Herbert Armstrong condenaba (El Misterio de los Siglos, Dodd & Mead, 1985, p. 247, citado antes arriba).

No obstante, desde el propio comienzo dentro de la Iglesia de Dios el pueblo sintió que ellos no escucharían a los líderes de Dios. Incluso el apóstol Juan escribió:

 9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.

10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia.

11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. (3 Juan 9-11)

Y si la gente pensaba que ellos eran cristianos cuando ignoraban al apóstol Juan, ¿Cuánto más los que hacen así hoy en día?

El apóstol Juan escribió el Libro de Apocalipsis. Y en Apocalipsis 3: 14 él usó el término “Laodikeus”. Esto difiere de como él normalmente comenzó las cartas a las otras seis iglesias (Apocalipsis 2 & 3), porque él usó un término plural –él los llamó a ellos Laodicenos. Esta pluralidad, contrastada con la falta de ella en las introducciones a las otras seis iglesias, indica que Laodicea está compuesta de grupos divididos.

Adicionalmente, de acuerdo a la concordancia griega de Strong´s, Laodicea es una combinación de dos palabras, laos que él define como “pueblo” y dike, que es definida por Strong´s como “correcto”, “juicio”, “pena”, y “venganza”. Y de acuerdo a la concordancia griega de Strong´s, Laodicenos es el plural de eso.

El Diccionario de la Biblia de Smith define a Laodicea como significando “justicia del pueblo”. ¿Podría el término Laodicenos estar implicando que la característica predominante de esta Iglesia es que el pueblo gobierna, que el pueblo juzga, o, de hecho que el pueblo cambia la dirección de la Iglesia?

Personalmente he sentido por largo tiempo que el término Laodicea implica una diferencia en el gobierno y la dirección. Puesto que a los Filadelfinos se les  recomienda “Retengan lo que tienen” (Apocalipsis 3: 11) y a los Laodicenos se les dice “Yo soy rico, me he hecho rico, y no tengo necesidad de nada” (vs. 17) parecería que la mayoría de los Laodicenos ha rechazado otras verdades bíblicas también (incluso cuando ellos explican allí posiciones de gobierno ellos parecen malentender la Biblia –para un ejemplo, por favor vea CEM de Ron Dart sobre el gobierno).

Ahora ¿Qué hay acerca de algunos de los pocos grupos “jerárquicos” que se llaman a sí mismos algún tipo de Iglesia de Dios quienes claman que tienen una forma jerárquica de gobierno? Bien, en casi todos estos casos, parece que los “líderes decidieron” escogerse a sí mismos a posiciones para las que ellos nunca fueron ordenados/escogidos (quizás, debería añadir aquí que yo NO soy un autoelegido escritor de la iglesia– para alguna información sobre esto, por favor vea ¿Quién es el COGwriter?).

Y si hay un no autoescogido apóstol o profeta en la genuina COG (que son niveles por encima de los evangelistas), todos deberían seguirlo a él (ver también ¿Cómo determinar si alguno es un verdadero profeta de Dios?)–y hay uno que conduce la Continuación de la Iglesia de Dios.

Comentarios conclusivos sobre el gobierno apropiado de la Iglesia

Dios, él mismo, ordenó a líderes tales como Jeremías:

 5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. (Jeremías 1: 5)

Sin embargo, el pueblo, considerándose a sí mismos ser ellos el pueblo de Dios, a menudo no lo escucharía a él (p. ej. Jeremías 43: 2). Jesús enseñó que aquellos que aceptaran a un profeta en el nombre de ese profeta recibirían la recompensa del profeta (Mateo 10: 41).

Si usted lee la Biblia desde el Génesis hasta Apocalipsis, en muchas instancias usted verá que los humanos estaban insatisfechos con el tipo de gobierno que Dios puso en su lugar para Su pueblo.

Puesto que muchos de estos versículos fueron citados anteriormente no los repetiré aquí. Pero me gustaría afirmar que en tanto que Dios claramente ha permitido a Sus líderes hacer muchos errores a través de toda la historia registrada, “Dios es fiel, quien no dejará que seáis tentados más allá de lo que sois capaces de resistir, sino que con la tentación también dará la vía de escape, para que vosotros podáis vencerla” (1 Corintios 10: 13), así que si usted siente que ha habido un problema con el gobierno APROPIADO, espere y ore y usted será capaz de soportarlo.

Debería mencionarse que NINGUNO, incluyendo los evangelistas/ministros, están por encima de la autoridad de la Biblia. Y, tristemente al menos en un grupo del cual yo fui parte, su principal liderazgo, mientras clama adherencia al gobierno bíblico no estuvo él mismo siempre dispuesto a someterse a él.

Dios es amor (1 Juan 4: 16). El reino de Dios tendrá gobierno jerárquico basado en la verdad y en el amor.

¿Qué forma de gobierno esperaría uno que tuviera el remanente de Filadelfia? ¿El pueblo decide y/o formas de comités, crueles dictaduras, o el mismo tipo que la propia era de Filadelfia tuvo y que la Continuación de la Iglesia de Dios todavía tiene?

La respuesta debería ser obvia para todos los interesados en la verdad.

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Thiel B. La Biblia, Policarpo, Herbert W. Armstrong, y Roderick C. Meredith sobre el gobierno de la Iglesia. (c) 2008/2009/2010/2011/2012/2013 0415 www.cogwriter.com/church_governance.htm

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